Oración

“Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue, y oró por segunda vez... Vino otra vez y los halló durmiendo…”
Mateo 26: 40-44 RVR196O.

En este tiempo debemos buscar a Dios, orar y también batallar.
Por un lado hablar con Dios, adorarlo a Él, que nuestro corazón esté pegado a Él y con sinceridad poder decirle todo lo que nos pasa y pedirle que intervenga en cada situación.
Jesús le reclamó a sus discípulos que no podían permanecer una  hora orando, ese momento era un momento clave donde Jesús iba a morir en la cruz por los pecados de toda la humanidad.
La decisión de ir a la cruz por nosotros era firme, pero sabía que tenía que estar fortalecido; en ese momento ellos no pudieron perseverar.
Jesús les dice que deben orar porque deben fortalecerse en el espíritu, deben orar por que la carne es débil. Sólo Dios te puede fortalecer para que puedas permanecer en Su voluntad hasta que llegue la victoria.
Por otro lado batallar por nuestras vidas, familias, por aquellos que conocemos, no dar tregua.
Por último leer Su Palabra y en silencio dejar que esa Palabra te hable a vos, y te diga que tenes que hacer y ponerlo por obra.
En estos días busca en oración y adoración tener esos momentos maravillosos en la presencia de Dios.
Busca orar una hora en el día ya sea en uno o varios momentos del día para disfrutar de la gran bendición y victoria que trae el estar en Su presencia.